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Un doblete de Robert Lewandowski y otro de Raphinha allanaron la victoria del FC Barcelona por 1-5 en La Cerámica. El Villarreal puso en serios aprietos al cuadro azulgrana, que vio cómo a su rival le anularon tres tantos por fuera de juego. La peor noticia para el líder fue la lesión de rodilla de Ter Stegen.

Contra viento y marea. Si algo está sabiendo hacer el Barça en este inicio de Liga es sobreponerse a las adversidades. En esta ocasión, un rival en racha e intenso y las lesiones no fueron argumentos suficientes para frenar a un líder que, pese a sufrir durante más de una hora de partido, se llevó los tres puntos de La Cerámica. Un 1-5 al Villarreal fue el resultado final de un partido de lo más competido y que deja un sabor agridulce en la parroquia azulgrana por la grave lesión de Ter Stegen, protagonista negativo de nuevo, aunque esta vez por algo muy distinto a su actuación entre semana en Mónaco.

Como afectado todavía por el golpe europeo, el Barcelona, con muchas caras nuevas en el once (con Sergi Domínguez y Pablo Torre como principales exponentes) saltó abotargado al césped. El Villarreal, eléctrico y en un gran momento, quiso ponerle desde el principio un ritmo alto al choque, con ataques rápidos y verticales para desestabilizar la zaga azulgrana.

La idea de Marcelino era buena y durante los primeros 10 minutos se vio a un Barça endeble. Un fuera de juego evitó que un golazo de vaselina de Yéremy Pino subiera al marcador y Ter Stegen, con una gran mano, evitaba que Pépé adelantase al Villarreal. El líder sufría, pero su reacción llegó de la mano del de siempre: Lamine Yamal.

El joven talento 'culé' espoleó a los suyos y los sacó de esa zozobra con un exquisito remate a la madera. Un zurdazo colocado, con rosca, desde la esquina derecha del área que, si bien no acabó en gol, sirvió para meter el miedo al rival y espabilar a un Barcelona que, instantes después, se adelantó por obra y gracia de un renacido Lewandowski. El polaco, que sigue en racha, adelantó a los suyos tras definir de primeras en el área un gran pase filtrado desde la frontal de Pablo Torre.
De un intercambio de golpes a la lesión de Ter Stegen

El choque, ya con 0-1, no daba descanso. El Villarreal reaccionó con un disparo desde la frontal de Parejo que se marchó alto, pero atrás sufría en cada llegada 'culé'. Conde, con un manotazo, evitó en boca de gol un remate mordido de Lewandowski en el área pequeña, pero pasada la media hora no pudo poner freno al 0-2. El mismo también fue obra de Lewandowski y nació de los pies de Lamine Yamal. Entre medias, un remate de Eric García de cabeza que, tras la parada de Conde, 'Lewy' mandó a la red con una chilena casi desde el suelo.

La tarde comenzaba a pintar muy mal para el cuadro de Marcelino, pero la moral de sus pupilos volvió a estar por las nubes en un abrir y cerrar de ojos. Pépé, que castigó al espacio una y otra vez al cuadro azulgrana, se plantó ante Ter Stegen y no fue egoísta para regalarle el tanto a Ayoze, que le acompañaba por la derecha libre de marca.

El 1-2 fue el inicio de unos minutos de sufrimiento para el líder, que instantes después tuvo en Ter Stegen a su protagonista positivo y muy negativo. Primero, el germano evitó el empate de Pépé en un mano a mano, pero en la acción posterior cayó lesionado. En su intento de atrapar un balón por alto, el meta cayó mal sobre su rodilla derecha. Entre lágrimas y en camilla tuvo que marcharse el '1' del Barça, que perdía su capitán justo antes del descanso.

El correcalles sonríe al líder

Obligado, Hansi Flick dio entrada a Iñaki Peña de cara a los últimos segundos del primer tiempo y, sobre todo, de cara a una segunda parte que comenzó casi peor que la primera para los de la Ciudad Condal. De nuevo con una marcha más, el Villarreal pasó por encima del Barça en los primeros minutos. De nuevo un fuera de juego de lo más ajustado evitó un tanto 'groguet', en este caso de Pépé.

El ex del Arsenal se mostraba como el principal problema para el Barça una y otra vez. Iñaki Peña evitaba su tanto tras un derechazo y poco después la madera le privaba de una asistencia tras un cabezazo de Yéremy Pino. El Barcelona sufría, pero de nuevo, como en una repetición, reaccionó a lo grande.

Si en la primera parte fue un palo de Lamine lo que espoleó a los de Hansi Flick, la calma y el cambio de tendencia en la reanudación llegó de la mano de Pablo Torre. El joven centrocampista, ex del Racing, conectó desde la media luna un derechazo y, gracias a un ligero desvío, el balón acabó en el fondo de la red. Un 1-3 que, esta vez sí, supuso un mazazo mental y todo un jarro de agua fría para las esperanzas del cuadro castellonense, que quedó grogui por momentos.

Oliendo sangre y con espacios, el Barça tuvo en su mano la sentencia tras un penalti de Bailly sobre Lamine Yamal en el minuto 66. Lewandowski, en busca del 'hat trick', asumió la responsabilidad, pero la madera evitó la fiesta del polaco. El lamento pudo ser doble para el atacante, pues segundos después el Villarreal, esta vez de la mano de Thierno Barry, recortaba distancias. ¿Qué pasó? Pues sí, otro fuera de juego dejó al Villarreal con la miel en los labios.

El tercer tanto anulado fue la puntilla para el cuadro local. Con el partido sumido en un correcalles, el Barcelona encontró por fin el tanto de la sentencia de la mano de Raphinha. El brasileño, a pase del recién ingresado Pau Víctor, firmó su cuarto tanto liguero en el 75' y poco después, tras una asistencia de genio de Lamine Yamal con el exterior, puso el 1-5 que aseguraron la tranquilidad en el tramo final para un Barça que, pese a los contratiempos con las lesiones, sigue con paso firme en lo más alto de la tabla.