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El Barcelona firmó su segunda victoria en esta Champions tras romper la maldición ante el Bayern (4-1). Exhibición absoluta de Raphinha, que firmó un 'hat trick' estelar. Lewandowski también participó en la fiesta del brasileño, que enchufó a su equipo de cara al 'Clásico'.

Punto y final a la pesadilla llamada Bayern. El Barça, que en los últimos tiempos bailó con la más fea, por fin pudo acabar con esa maldición gracias a un estelar Raphinha, autor de un 'hat trick', y de Lewandowski, los mejores del conjunto azulgrana en un partido de primer nivel de Champions.

El brasileño volvió a demostrar que está atravesando un momento envidable de forma y lo hizo con otro buen puñado de goles para devolverle la fecilidad a una afición y a un equipo que lo necesitaba. Muchas noches trágicas en Europa quedaron ya en el olvido con una exhibición magistral ante uno de los 'cocos' del Viejo Continente y ante el que hace 4 años le humilló con 8 goles.
Un primer acto vibrante

El Barça era consciente de que tenía cuentas pendientes con el Bayern y a los 57 segundos le dio el primer golpe. Fermín filtró un gran balón para Raphinha, que aprovechó que Kimmich le dio un ligero toque al cuero para plantarse solo ante Neuer. El brasileño se abrió hacia su izquierda y marcó a puerta vacía.

Subidón de adrenalina en el Lluís Companys y no era menos porque el extremo está firmando una temporada de sobresaliente por el momento. El cuadro bávaro asumió bien ese tanto de su oponente, ya que cambió su cara y empezó a achuchar al equipo de Hansi Flick, que sufrió de lo lindo para aguantar al 'Giante de Baviera'.

El Bayern presionó muy alto y le robó la pelota al Barça, que ni la olió durante muchos minutos. Por si fuera poco, la defensa jugó con fuego porque tiró la línea demasiado adelantada ante jugadores de la talla de Kane, Gnabry o Olise, entre otros. El británico fue uno de los primeros en acechar los dominios de Iñaki Peña, que repelió el remate del delantero.

Poco después, ambos se vieron envueltos en un gol anulado. El cuadro bávaro salió jugando desde atrás y el balón fue a parar a Olise en la derecha. El internacional francés centró al área y Kane ejecutó un testarazo directo al fondo de la red. Sin embargo, el árbitro lo invalidó tras el aviso desde el VAR, ya que el ariete estaba en posición antirreglamentaria por culpa de su rodilla izquierda.

Lejos de arrugarse, el inglés, en un nuevo arreón, se quitó esa espinita clavada y empató la contienda. Gnabry controló un melón en la derecha y buscó al segundo palo a Kane, que tiró de una semivolea para hacer el 1-1 en el marcador. Se veía venir de lejos el tanto del empate, porque el Barça estaba mostrando muchos signos de debilidad.

El baño de los de Kompany era muy real, pero las tornas cambiaron gracias a la pegada del cuadro azulgrana. Tras una liada de Neuer y un disparo mordido de Lewandowski que quedó en nada, el propio delantero polaco puso por delante a su equipo en una acción llena de picardía de Fermín. El onubense cargó mínimamente a Kim Min-Jae y aprovechó esa circunstancia para, ya ante Upamecano y Neuer, tirar una picadita que le vino como anillo a 'Lewy', que empujó la pelota a placer.

La felicidad volvió a instalarse en 'Can Barça' y justo antes del descanso aumentó gracias a Raphinha. El brasileño volvió a tomar protagonismo en el ataque para ampliar la ventaja (3-1). Casadó cambió completamente el juego hacia la izquierda, donde el extremo hizo retroceder a Guerreiro hasta que soltó un latigazo pegadito al palo izquierdo.

El cierre de Raphinha

Tras la reanudación, el Bayern sabía que tenía que asumir la responsabilidad de llevar la manija del encuentro, pero se encontró con un Barça muy serio que le dio otro golpe más. Tras una ocasión clara que erró Palhinha en el área azulgrana, el equipo de Hansi Flick inició una contra fulgurante que acabó con un golazo de Raphinha.

Lamine Yamal filtró un pase al espacio hacia su compañero, que, tras un control orientado con el pecho, cruzó con la izquierda y sorprendió a Neuer para hacer el 4-1. Vaya manera de firmar una obra de arte, porque ese tanto fue digno de estar presente en cualquier museo de Europa y del mundo.

El extremo metió un triplete de goles y lanzó un mensaje a aquellos que siempre dudaron de él. En su cabeza, una imagen de un conocido 'tik-toker' que puso su dorsal en una camiseta de Nico Williams. Raphinha lo recordó en la previa y se liberó de una manera bestial.

Ese tanto obligó a Kompany a mover ficha y metió a Musiala, Sané, Coman y Goretzka para agitar el avispero. Sin embargo, el belga no logró su propósito. El Bayern no cesó en su empeño de acechar el área de Iñaki Peña, aunque solo tuvo una opción en un disparo de Coman.

Por su parte, el Barça se dedicó a jugar con los bávaros e incluso estuvo cerca de poder meterle la 'manita'. De Jong lo intentó desde el suelo y Lewandowski no llegó por un pelo a un centro perfecto de Lamine Yamal. Los minutos fueron pasando y el barcelonismo montó una fiesta después de tanto dolor en Europa.

El conjunto catalán dio un golpe encima de la mesa para reafirmar su posición en esta Champions y confirmar que va muy en serio en la lucha por todo esta temporada. Gran noche para los 'culés' y tristeza para los bávaros, que ya dejaron de ser el fantasma que siempre aparecía en los sueños de los aficionados azulgranas. Y qué decir de Raphinha. Perdónalos, porque no saben lo que hacen ni lo que dicen. Próxima estación, el 'Clásico' en el Bernabéu.