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Francia pasa a semifinales y es el rival de España: Joao Félix falló el penalti de la tanda que dejó fuera a Portugal

Francia tumba a Portugal en la tanda de penaltis, en la que solo falló Joao Félix, y se medirá a España.

España ya tiene rival en semifinales: Francia tratará de evitar que la Roja busque su cuarta Eurocopa en la final del próximo 14 de julio. Les Bleus tumbaron a Portugal en una tanda de penaltis en la que el fallo de Joao Félix dejó en las manos de la selección gala el billete a las 'semis'. Francia no lo desaprovechó y se dio cita con la selección española en la siguiente ronda.

Lusos y portugueses llegaban al partido con el cartel de 'decepciones' de la Eurocopa colgado del cuello. Ninguno de los dos había conseguido dar la talla y ajustarse a las expectativas puestas en ellas al inicio del torneo. Y la primera parte de los cuartos de final no hizo más que confirmarlo: Portugal se aferró al control del balón, como ya venía haciendo, y Francia apostó por los contragolpes, también su seña de identidad en esta Euro.

Esos planes de partido dejaron unos primeros 45 minutos sin ocasiones reales y sin una clara dominadora, con las dos selecciones haciéndose muy fuertes en defensa.

Sorprendió el equipo de Roberto Martínez con un taconazo de Rafael Leao por debajo de las piernas de Koundé que dejó solo en el carril izquierdo a Nuno Mendes, pero el lateral se precipitó intentando un centro-chut que ni fue a puerta ni encontró rematador. Por lo demás, nada. Y tampoco hubo rastro de Cristiano Ronaldo, que hasta cedió una falta peligrosa a Bruno Fernandes.

Y Francia, a la que las arrancadas se le quedaban a las puertas del área de Diogo Costa, la más clara que tuvo fue un zapatazo de Theo Hernández desde la frontal del área que el guardameta portugués rechazó con los puños. Más allá de eso, una carrera bestial de Mbappé en la que dejó en el suelo a Nuno Mendes, y que Griezmann remató a la zaga lusa, y un balón de Camavinga al interior del área que El Principito controló y que Rúben Días mandó a córner antes de que se girase.

Así que, sin el acierto de ninguno de los dos equipos, el duelo se fue sin goles a los vestuarios... y regresó por los mismos derroteros, pese a que Mbappé avisó con un remate lejano. Hubo que esperar al ecuador del segundo tiempo para que el choque empezase a romperse. Empezó con un saque de esquina en el que Bruno Fernandes buscó a Bernardo Silva, que entró al remate desde atrás y estrelló el balón en el capitán francés. Y siguió con dos paradones de Maignan.

El meta francés se hizo grande para sacar, primero, un mano a mano con Bruno Fernandes, y después, un remate a bocajarro de Vitinha, que llegó en carrera para golpear un pase atrás de Rafael Leao. Pero Portugal no aprovechó sus ocasiones más claras y le tocó sufrir, porque la entrada de Dembélé -por Griezmann- le dio alas por las bandas. El Mosquito fue una pesadilla para la defensa lusa.

Un remate suyo en el interior del área cayó a los pies de Camavinga en el área pequeña, pero el madridista cruzó el cuero demasiado y se fuera, y más tarde avisó con un disparo lejano con el que buscó la escuadra. Esas fueron las más claras para Francia, mucho más animada. Pero ninguna entró. Tampoco acertó Portugal, que demostró que es un muro en defensa liderada por un soberbio Pepe. Y así el partido llegó a la prórroga.

El tiempo extra fue más de lo mismo, porque Cristiano mandó a las nubes la más clara de Portugal —un balón atrás que botó justo antes de chutar— y Joao Félix estrelló en el lateral de la red un balón picado al segundo palo de Conceiçao. En el otro bando, la misma indecisión. Dembélé, muy acertado en el uno contra uno, no lo estuvo a la hora de rematar. Mbappé se entretuvo demasiado en otra y se le echó encima la defensa lusa, y Barcola, que entró sustituyendo al capitán galo, también exhibió su verticalidad, pero no acertó de cara a puerta.

Y lo que nadie quería llegó: la tanda de penaltis. Desde los once metros, la suerte se alió con Francia y abandonó a un Joao Félix que terminó entre lágrimas tras estrellar contra la madera el lanzamiento más importante de su carrera. Todos los demás —Dembélé, Cristiano, Fofana, Bernardo Silva y Koundé— habían acertado ya. Y todos acertaron también después: Barcola confirmó el error y Nuno Mendes dio esperanza, pero esta vez Diogo Costa no pudo vestirse de héroe. Theo Hernández agarró el balón y, muy seguro, clasificó a Les Bleus a las semifinales, en las que se verá las caras con la selección española.