Zona Satelite!!

El Chelsea saca billete a la semifinal (1-2) gracias a su triunfo frente a Palmeiras, que peleó hasta el final. El gol decisivo, con algo de fortuna y una lenta acción de Weverton, decidió la contienda y el destino de los ingleses. 

Enzo Maresca quiso ser impredecible en un once con muchos jugadores de ataque que fue dinámico y muy incómodo para un Palmeiras que no encontró la fórmula para defender las muchas formas de atacar que quiso presentar el técnico italiano desde el inicio. Un Chelsea muy sólido en defensa cuando lo necesitó que encontró talento en ataque para decidir la serie a su favor y sacar billete a las semifinales. Es el gran favorito por su lado del cuadro y, de momento, el equipo 'blue' está cumpliendo con las expectativas después de dejar alguna que otra duda durante la fase de grupos.
Con un Pedro Neto muy decisivo en los uno contra uno, con Enzo Fernández llegando desde segunda línea, con Cucurella no cediendo ni un duelo frente a Estevao y con un Cole Palmer que golpeó como témpano de hielo en la primera oportunidad que tuvo de cara a portería. Esta vez, el británico se movió por zonas intermedias, donde hizo daño y fue indetectable para los paulistas. Estuvo desbordado el club brasileño y aceptó la derrota y el viaje de vuelta a casa con la cabeza alta después de su buen torneo.

El Chelsea fue muy superior en el primer periodo. Dejó muy poco terreno abierto para Palmeiras, que prácticamente se dedicó a defenderse del buen criterio con balón de los de Maresca. Con Andrey Santos como único pivote, dejó abrió el campo con un Neto que le dio el día a Vanderlan.
Ante tantas vías de escape, el equipo brasileño se olvidó de tapar la más importante: Cole Palmer. El '10' recogió la pelota entre líneas, avanzó superando rivales y se perfiló hacia su pierna zurda. Cuando su marca quiso darse cuenta, Palmer ya había sacado un disparo al que no llegó Weverton. 0-1.
La segunda parte, otra historia
A partir de ahí, el gol hizo todavía más pequeño a Palmeiras. Nkunku probó en un chut cruzado y el encuentro llegó a un descanso que sirvió para que Abel Ferreira reiniciase el sistema. Con poco que perder, mucho que mejorar en lo táctico y con un resultado corto para lo que pudo haber sido la primera parte por dominio rival, el equipo paulista salió con una cara renovada a la segunda mitad.
Apareció al que todo el mundo miraba: Estevao. Había sido un partido difícil para él hasta entonces, con una primera parte en la que estuvo muy vigilado por Cucurella. El brasileño recibió alguna que otra patada de más en una clara tendencia 'blue' por marcar territorio más allá de que se vaya a incorporar al equipo en solo unas semanas. No hubo amigos. Pero Estevao se reservó un truco que mostró al poco de arrancar esa segunda mitad.

Por fin se pudo quitar de encima a Cucurella y fue Colwill el que lo sufrió en una acción en la que recibió dentro del área. Vio mal colocado a Robert Sánchez y colocó el disparo al primer palo. La pelota tocó el poste y se coló para hacer el 1-1 de Palmeiras que le daba otro aire al equipo. Y así fue. Se lo creyeron los brasileños, con más energía en los duelos y con capacidad para correr cada vez que el conjunto de Abel Ferreira pudo robar la pelota. Se le hizo mucho más incómodo el encuentro al Chelsea, que veía peligrar el pase.
Maresca colocó a Madueke en el carril izquierdo para abrir todavía más el campo y el inglés fue un verdadero dolor de cabeza para el combinado brasileño. Precisamente por su costado llegó el gol después de varios intentos del Chelsea. Fue una acción de mala fortuna para Palmeiras: Malo Gusto centró, su envío tocó en Giay y descolocó a Weverton, que estuvo algo lento de reflejos y no logró sacar la mano para despejar una pelota que le pasó relativamente cerca. Un 1-2 doloroso para los paulistas.
A partir de ahí, solo Paulinho pudo reaccionar con una buena acción individual que a punto estuvo de coger portería. Con menos gasolina por ese esfuerzo que había dejado en la segunda parte, Palmeiras se despididó del torneo. Con nota y dejando todo para competir a un Chelsea que valoró la victoria de tal forma que la celebró con rabia en grupo en el centro del campo. Se fue con honores el equipo brasileño. Los de Maresca tendrán otro enfrente en semifinales: Fluminense.