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Así va LaLiga EA Sports 25-26 | Resultados y clasificación jornada 5

Iniciado por melli77, Sep 22, 2025, 11:37:41

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Rayo Vallecano – Celta de Vigo (1-1)

No parece casualidad, sino cosa de meigas. El Celta volvió a acabar con empate a uno por quinta jornada consecutiva, confirmando su extraño idilio con este marcador. En Vallecas se adelantó con un tanto de Borja Iglesias, que ya lleva tres partidos seguidos viendo puerta, pero De Frutos, pichichi del Rayo, hizo justicia firmando el 1-1. Ni el empuje de los franjirrojos ni las paradas de Radu ni de Batalla cambiaron el guion: el embrujo sigue vivo. Vallecas recibió al fútbol con el ambiente de siempre, con, la grada apretando y un Rayo con hambre. Lejeune probó de inicio y el Panda respondió al otro lado, pero sin acierto. Pathé Ciss, improvisado central, se multiplicó para frenar a Borja Iglesias. El Rayo insistió por la izquierda, pero se topó con un Radu muy atento. El descanso llegó inevitable, con un 0-0 que retrataba la falta de puntería de unos y otros.  Nada más volver del vestuario, el choque se encendió. Camello y De Frutos rozaron el gol, pero fue Borja Iglesias quien acertó, con la ayuda involuntaria de Javi Rueda, cuyo cabezazo se convirtió en una asistencia perfecta. El Panda no perdonó y puso al Celta por delante. La tensión subió y Espino se marchó molesto al banquillo, calmado por Trejo en un gesto que la grada agradeció. De Frutos hizo justicia y Radu sostuvo al Celta. El Rayo respondió con carácter. Chavarría conectó con Álvaro y este sirvió raso para que De Frutos empatara. Gol merecido para los de Íñigo Pérez, que se lanzaron a por la remontada. Ahí emergió Radu, enorme con sus reflejos para salvar dos veces a bocajarro, mientras Batalla también aparecía para negar a Jutglà. En el descuento, Unai rozó el golazo con un disparo a la escuadra. Pero nada cambió: el 1-1 volvió a aparecer como destino inevitable. El pitido final confirmó que ni Rayo ni Celta querían bajarse de su condición de equipos peleones en zona media. Los de Giráldez se marchan con la maldición del 1-1 intacta, mientras Íñigo puede presumir de seguir invicto en su particular pulso con el técnico gallego. 

Mallorca – Atlético de Madrid (1-1)

El Atlético de Madrid se marchó de Son Moix con cara de déjà vu: dominó, generó, incluso se adelantó cuando jugaba con uno menos... pero se volvió a quedar sin premio completo. El Mallorca, fiel a su espíritu de resistencia, logró un empate (1-1) que supo a victoria gracias al cabezazo de Vedat Muriqi en el minuto 85. La primera parte fue un recital del portero balear. Antes del cuarto de hora ya había detenido un penalti a Julián Álvarez tras mano de Raíllo. No fue la única: se cruzó en el camino de Raspadori, sacó un disparo envenenado de Nico González y hasta resolvió un desvío suicida de su propio capitán. Inconmensurable. El Atleti mordía, pero Román mantenía vivo al Mallorca. El partido se agitó en la segunda parte con la expulsión de Alexander Sorloth. El noruego llevaba diez minutos sobre el césped cuando Hernández Maeso, tras revisar el VAR, le mostró la roja directa por una dura entrada a Raíllo. Paradójicamente, ese fue el punto de inflexión para los colchoneros: Conor Gallagher, llegando desde atrás, empalmó un balón suelto y firmó el 0-1 en el 79'. Lo que parecía sentenciar para el Atleti lo corrigió el alma del Mallorca. Jan Virgili puso un centro medido y Muriqi, que anda tocado por la varita, apareció en el área para clavar de cabeza el empate. Cuarto gol en cinco partidos para el kosovar y estallido de Son Moix, que creyó incluso en la remontada. El Atlético, a nueve puntos del Madrid y todavía sin ganar fuera de casa, se marcha con la sensación de haber regalado otra oportunidad. El Mallorca, por su parte, sigue sin victorias, pero este empate tiene sabor especial: resistir a un grande, con Leo Román enorme y Muriqi infalible, es algo más que un simple punto. 

Elche – Real Oviedo (1-0)

El Elche se ha colado en la fiesta de los grandes. Cinco jornadas después de volver a Primera, el equipo de Eder Sarabia todavía no sabe lo que es perder y se ha instalado en zona europea. Y no porque haya tenido un calendario amable: ha visitado al Atlético, ha jugado en el Sánchez-Pizjuán y ha recibido al Betis. En todos salió vivo. Y en casa, como ante el Levante, volvió a ganar. Esta vez le tocó sufrir, pero el 1-0 contra el Oviedo sabe igual de bien. El partido comenzó eléctrico, con los dos equipos corriendo hacia adelante sin demasiados rodeos. Rondón tuvo la primera tras un regalo de Rafa Mir, pero la desperdició a puerta vacía. El fútbol, que es caprichoso, castigó la falta de acierto carbayona con el gol local: antes del minuto diez, André Silva apareció en el segundo palo para empujar un centro raso de Valera que Escandell rozó sin poder evitar el 1-0. El Elche quiso dormir el choque, pero el Oviedo tuvo sus momentos. Tras el descanso llegó la acción más vistosa: una ruleta de Neto que levantó al estadio, aunque Escandell primero y Rafa Mir después se quedaron sin premio. El delantero ilicitano se peleó con la madera: su remate pegó en el larguero, botó en la línea y volvió a dar en el travesaño. Dos veces en un minuto. El Elche no supo sentenciar y el Oviedo se agarró al partido como pudo. Paunovic, obligado por las lesiones de Nacho Vidal e Ilic, agotó pronto los cambios. Aun así, los azules rozaron el empate: Forés marcó pero el gol fue anulado por fuera de juego de Ahijado, e Iñaki Peña casi se complica en un disparo blando de Rondón. El tramo final fue de sufrimiento ilicitano, pero esta vez la moneda cayó de su lado. El pitido final dejó al Elche entre los mejores de la tabla, confirmando su arranque de temporada tan serio como sorprendente. El Oviedo, en cambio, sigue mirando hacia abajo y aún sin ganar en su regreso a la élite. Dos recién ascendidos, sí, pero con destinos bien distintos. 

Barcelona –  Getafe (3-0)

El Barça vivió una noche plácida en el Johan Cruyff. Sin sufrimiento, sin dudas y casi sin rival. En apenas media hora ya tenía el partido encarrilado gracias a un Ferran Torres en modo depredador, que firmó un doblete y pudo marcharse con más. El Getafe, en cambio, fue un invitado incómodo solo en lo bronco: una sucesión de amarillas y más protestas que juego. El 1-0 llegó en el 14': Koundé filtró al área para Dani Olmo, que la dejó de tacón para Ferran. El delantero no se lo pensó y fusiló a David Soria con un derechazo. El segundo, en el 34', fue una contra de manual: Raphinha condujo y soltó el balón a Ferran, que se plantó solo y definió con calma. Doblete para Ferran. Lo intentó para el hat-trick e incluso el póker, pero entre el larguero y Soria lo evitaron. La segunda parte fue más tranquila, pero el Barça no levantó el pie del todo. En el 62', Casadó buscó en largo a Rashford, que la puso al corazón del área. Rico intentó despejar, pero la pelota acabó en los pies de Dani Olmo, que no perdonó para el 3-0 definitivo. Partido resuelto y minutos para que Flick rotara sin perder el control. El Getafe, ni se asomó. El equipo de Bordalás apenas cruzó la línea de medio campo en todo el encuentro. Su partido quedó reducido a frenar como fuera, a discutir cada decisión y a llenar la libreta de amarillas. En lo futbolístico, nada que hacer. En lo emocional, rabia contenida. El Barça se llevó un triunfo cómodo, con un Ferran Torres que pide a gritos más protagonismo y un Dani Olmo que también se suma a la fiesta. El Getafe, mientras tanto, se queda con la sensación de que fue poco menos que un sparring. 

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