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El juez y el fiscal desmontan el alegato político de Santos Cerdán en el Supremo y truncan su estrategia de defensa

El juez niega que los audios de García estén manipulados y ve "inequívoca" la relación de Cerdán con Servinabar. 

Santos Cerdán  se bajó de un taxi este lunes, entró al Tribunal Supremo y realizó una declaración totalmente medida y apoyada en tres argumentos: dijo que es víctima de una "persecución política", aseguró que los audios que lo incriminan no son reales, y negó haber adquirido el 45% de las participaciones de la empresa Servinabar, beneficiada por amaños millonarios. El fiscal no compró sus argumentos, pidió la prisión provisional y, dado que el juez tampoco le dio credibilidad, el exdiputado no se marchó en taxi, sino en un furgón camino de Soto del Real. 
Tras escuchar el duro alegato del fiscal Anticorrupción, el juez dictó un auto de 22 folios en el que desmonta toda la estrategia de defensa del ex número tres del PSOE, imputado por integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. El fiscal, tras oír a Cerdán, dijo que sus explicaciones son "pobres" y "sesgadas". Tanto él como el magistrado Leopoldo Puente consideran que los indicios contra él son consistentes, y sitúan al exdiputado en la cúspide de la trama.

El "victimista" discurso de Cerdán en el Supremo
El que fuera secretario de organización del PSOE se negó el viernes a contestar al juez, al fiscal y al resto de las partes personadas. Solo respondió a su abogado, en una declaración totalmente medida que arrancó con estas palabras: "Me declaro inocente. No me he llevado ni un euro. Ni tampoco el Partido Socialista. Mi único delito es haber trabajado para que existieran gobiernos de izquierdas de coalición en España". 
A lo largo de la declaración, Cerdán armó un discurso que, sin mentar el lawfare directamente, le situaba como víctima de una investigación política. "Hay muchos poderes de este país, dentro y fuera del Estado, que no han aceptado que gobierne Pedro Sánchez", ha dicho cuando su abogado le ha preguntado por los "motivos" por los que se le investiga. 

Cerdán presumió de haber facilitado la llegada de Sánchez a Moncloa al negociar el apoyo del PNV a la moción de censura, se puso la medalla también por la negociación de la amnistía y la última investidura del presidente. Finalmente, habló de una persecución al PSOE y llegó a citar el "quien pueda hacer, que haga", de José María Aznar. 
El fiscal anticorrupción Alejandro Luzón fue "muy duro" en su alegato y, según fuentes presentes en la sala, reprendió a Cerdán por su "victimista y ofensiva insinuación" de que la causa parte de un ataque al Gobierno progresista. Poco después, el juez dictó el auto en el que se pone de manifiesto que, "tras la declaración de Santos Cerdán", en la que rehusó responder "a las preguntas de este instructor, del Ministerio Fiscal y de las partes", "persisten notabilísimos indicios" contra el ex número tres del PSOE. 

Los audios de Koldo García
El grueso de los indicios que apuntan a Cerdán parten de una serie de audios que grabó a escondidas Koldo García, que la UCO intervino, analizó y remitió al Tribunal Supremo. De esos audios se desprende, entre otros asuntos, que Cerdán gestionaba el cobro y el reparto de las cuantiosas mordidas que pagaba la compañía Acciona a cambio de la adjudicación de contratos amañados. 
Tal y como hizo el exministro José Luis Ábalos la semana pasada, este lunes Cerdán vino a explicar que esos audios son falsos o están manipulados. "En ningún momento he mantenido ese tipo de conversación que se refleja en los audios", apuntó, de acuerdo con fuentes jurídicas. El juez, en el escrito que redactó después, dijo que la impugnación de Cerdán a los audios es "imprecisa y genérica", y que carece de "una mínima consistencia que permita siquiera tomarla en cuenta como hipótesis razonable en términos de probabilidad". 

El juez explica en el auto en el que justifica la prisión provisional que esos archivos se hallaron en casa de Koldo García y que parece inverosímil que el exasesor los manipulase, "sin ninguna finalidad o beneficio aparente". 
Las participaciones de Servinabar 2000
Al margen de las grabaciones, hay otro documento que refuerza los indicios contra Santos Cerdán. Se trata de un documento de venta de las participaciones de una compañía llamada Servinabar 2000. El propietario de esta mercantil, Joseba Antxon Alonso, vendió a Cerdán el 45% de las participaciones de esa empresa, que después formó una Unión Temporal de Empresas (UTE) con Acciona y fue adjudicataria de contratos públicos millonarios. 
La UCO encontró una copia de este contrato firmado por Alonso y Cerdán, pero el exsecretario de Organización negó este lunes su vinculación con Servinabar 2000. Durante su comparecencia, el investigado explicó que en 2015 el Partido Socialista de Navarra obtuvo "el peor resultado de la historia" y él, por tanto, se planteó abandonar la política. 
En este contexto, Antxon le ofreció ser socio de Servinabar y firmaron aquel documento. Pero, según la versión de Cerdán, su mujer le convenció de no abandonar la política y entonces él le dijo al empresario que se olvidara de la venta de participaciones. 
El juez, sin embargo, cree que la vinculación del exdiputado con Servinabar es inequívoca, así como su "capacidad de administración" sobre la compañía. Por otro lado, Puente mantiene que el hecho de que la escritura privada no se elevara a público no la priva "de valor y eficacia entre las partes". A juicio del magistrado, la versión declarada por Cerdán "contrasta vivamente con el hecho de que Joseba Antxon Alonso conservara todavía el mencionado documento y, muy especialmente, con las capacidades de gestión o vínculos de Cerdán con respecto a Sevinabar".